Mi Tío (Jacques Tati, 1958) es una pequeña joya. Monsieur Hulot rehúye la vida moderna y prefiere vivir en su destartalada casa del barrio antiguo. Su sobrino, que vive en una casa futurista, agobiado por el orden, la limpieza y las rígidas normas familiares, adora las escapadas con su tío. En la banda sonora (firmada por Barcellini y Romans) se alternan ruidos tecnológicos, amables melodías francesas y una pizca de jazz.
Si hubiera que elegir dos bandas sonoras sinfónicas que se identifiquen con el Western, Horizontes de grandeza ( W. Wyler, 1958), firmada por Jerome Moross, sería una de ellas. La otra, sin duda, sería la partitura de Elmer Bernstein para Los siete magníficos (J. Sturges, 1958).